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La puericultura es una disciplina enfocada específicamente en el hecho de tratar a los niños durante los primeros años de su vida con la finalidad de que mantengan la salud y sigan un desarrollo libre de dificultades. Esta valoración por la salud del infante se enfoca no solo en aspectos físicos o fácilmente tangibles, sino también en lo que se relaciona con lo psíquico. En este sentido, la puericultura mantendrá todo un corpus de conocimientos en lo que respecta a las afecciones más comunes que un niño puede tener, como asimismo en lo que refiere a los tratamientos más aconsejados para estas dolencias.
Un niño recibe las principales atenciones a partir de un grupo de individuos específicos, su familia. Dependiendo del trato que este grupo le prodigue, sus posibilidades de crecer fuerte y sano pueden variar enormemente. Lamentablemente, existe muchas veces el caso de que estos cuidados son insuficientes o impropios debido a una carencia desde la perspectiva del conocimiento. Es por ello que uno de los trabajos que debe llevar a cabo un profesional en esta área de la medicina es formar adecuadamente a los individuos más cercanos al niño para que los mismos tomen las medidas correctas en lo que respecta a esta situación.
Para conocer la manera en que el niño se va desarrollando es necesario que se le realicen evaluaciones cada cierto período de tiempo, ante todo para corroborar que no existen señales de algún problema. En este sentido, la observación que la familia hace del mismo también es de gran importancia, debiendo llevarlo al especialista apenas existan dificultades de algún tipo. La información pertinente para los familiares por lo general se otorga en esos momentos de consulta y evaluación. Estos momentos van haciéndose más espaciados a medida que pasa el tiempo y el crecimiento del niño es más pronunciado, hecho que se explica por una merma en las posibilidades de afección.
Los niños son las primeras víctimas ante cualquier circunstancia indeseable en el ambiente y es por ello que deben redoblarse los cuidados a los mismos. En este sentido, la puericultura como disciplina específica que se centra en su tratamiento ha hecho notables contribuciones para lograr que las dificultades que se presentan en esta etapa vital sean reducidas enormemente. El corpus de conocimientos que se tiene al respecto para llevar a cabo este cuidado aumenta paulatina peo incesantemente, haciendo que cada vez existan muchas más herramientas de prevención y de solución de dificultades.
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La imaginación y la creatividad son aspectos fundamentales en el desarrollo de los niños, con estos juegos hechos en casa podrás incentivarlos a tener nuevas ideas, además, al compartir tiempo en familia se fortalecerán los lazos de unión y comunicación.
Materiales
Procedimiento
1. Pinta el exterior de las botellas de blanco.
2. Pinta dos líneas rojas en el tope de las botellas para que se asemejen a los pinos de bolos.
3. Pinta la pelota de tenis con pintura roja y deja secar por completo.
4. Una vez las botellas y la pelota estén secas, coloca las botellas en forma de triángulo.
5. ¡Es momento de jugar a los bolos!
Materiales
Procedimiento
1. Recorta un cartón del tamaño que desees tu teatro de títeres.
2. Divídelo en tres partes, dejando la parte más amplia en el centro.
3. Dobla los extremos para que el cartón tenga estabilidad.
4. Recorta un cuadro en el centro de un tamaño que permita ver la acción de los personajes.
5. Pinta el cartón de blanco y comienza a hacer los puntos con el marcador negro.
6. Para los títeres, dibuja las formas en cartón, recórtalas y pégalas con cinta en cada vara de madera.
7. Puedes hacer el diseño que desees, también añadirle color o cambiar de material. Por ejemplo, haciendo los títeres con tela.
8. ¡Ya puedes empezar a crear divertidas historias!
Materiales
Procedimiento
1. En un recipiente agrega el agua, la harina y el aceite y la sal y ponlo a fuego medio.
2. Revuelve los ingredientes constantemente hasta que la masa tenga una consistencia firme, retira del fuego y deja enfriar.
3. Amasa por dos minutos y separa la masa en pequeñas porciones.
4. Añade el colorante vegetal y amasa hasta que quede bien incorporado. ¡Y a jugar!
5. Guarda la plastilina en recipientes con tapa o bolsas plásticas con cierre.
En ESBA nos interesa conocer tus opiniones y tú, ¿disfrutaste estos juegos caseros en familia?, ¿qué juegos has creado en casa? cuéntanos.
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El juego y la diversión son las cosas más importantes para un niño. Por eso, es importante que al menos en la primera infancia el pequeño esté al cuidado de uno de sus padres, pues esta tarea no debe confiarse a terceros.
Son los padres quienes deben garantizar la seguridad del niño en el hogar y crear un espacio amigable en el que pueda explorar y desarrollar sus habilidades motrices sin enfrentarse a mayores peligros.
Sin ánimo de exagerar en el cuidado de los hijos o cohibir su desarrollo, es importante tomar medidas preventivas en casa para hacer de ella un lugar más seguro siguiendo estas recomendaciones:
– Guarda los elementos tóxicos (productos para la limpieza, medicamentos, ambientadores, etc.) que se encuentren a la vista de los niños, la curiosidad puede llevarlos a una intoxicación.
– Compra protectores para las esquinas de mesas, puertas y demás terminaciones en punta que puedan ocasionar un accidente.
– Para garantizar la seguridad de tus pequeños, instala mallas en los balcones y ventanas, utiliza puertas de protección en las escaleras, protege los tomacorrientes con tapas y pon tapetes antideslizantes en los baños.
– Ubica los implementos de cocina que representan peligro (cuchillos, tijeras, abrelatas) fuera del alcance de los niños.
– Si tienes mascota, enséñales el trato que deben tener con el animal y procura que no juegue con él sin que estés presente.
Para que estas medidas de seguridad sean efectivas, debes acompañarlas de una educación basada en la comunicación, el respeto y la comprensión.
Cuidado y educación de los hijos
Tanto la madre como el padre tienen la tarea de construir una familia que le permita al niño desarrollarse física, mental y emocionalmente.
Es en el hogar donde el niño crea sus primeros lazos afectivos, forma sus bases culturales y da los primeros pasos para la consolidación de una personalidad propia.
En este proceso ningún padre está libre de errores. De ahí que estos 5 consejos sean valiosos para guiar la educación y el cuidado de tus hijos.
1. La autoridad no se impone, se gana
Procura que tus hijos no te tengan miedo. La autoridad debe basarse en una relación de respeto y no de intimidación.
Si quieres ganar el respeto y la admiración de tu hijo busca siempre dialogar con él en vez de enfadarte.
2. Más educación, menos prohibición
Deja que tus hijos experimenten y aprendan de sus errores. Enséñales desde pequeños a tomar decisiones y a asumir sus consecuencias.
Determina las reglas del hogar con su respectiva sanción en caso de que se incumplan y establece límites.
3. El tiempo es la mayor riqueza
El tiempo que dedicas para compartir con tus hijos vale más que cualquier juguete. Escúchalos, motívalos para que piensen y se cuestionen, estimula su mente, juega con ellos y hazlos sentir importantes.
4. Cuidado con las contradicciones
Evita contradecir a una autoridad delante del niño, bien sea el padre, la madre, la profesora o cualquier otra persona que cumpla este rol.
Si estás en desacuerdo háblalo cuando el niño no esté presente, de lo contrario, das lugar a la desobediencia y generas confusión en el pequeño.
5. Reprender con amor
A veces el enojo te lleva a utilizar malas palabras con tus hijos. No caigas en el error de reprenderlos según tu estado de ánimo y evita los gritos.
Cuando vayas a castigarlo hazlo con lo que más le gusta, no con agresiones físicas o verbales. Háblales en tono firme y contundente, sin irrespetarlos.
Ser papás no es un talento innato, es un aprendizaje diario que requiere compromiso y paciencia.
Recuerda que los hijos son un regalo de la vida y el deber de los padres es brindarles amor, cariño y comprensión.
¿Cómo aplicas estos consejos en la educación y el cuidado de tus hijos? ¡Cuéntanos tu experiencia!
